top of page

Oda a la sologamia



No me considero una persona especialmente romántica, quizá por eso soy una fiel defensora de la vida de soltera. Esto no quiere decir que no crea en el amor y en todo su poder, pero pienso que estar sola puede ser tan poderoso como estar con alguien.

Si hace cincuenta años hubiera preguntado a una mujer en la cuarentena que me describiera la soltería, lo más probable es que se hubiera echado a llorar agotada tras apurar su copa de vino. Por fortuna, este cliché ha cambiado.


Que nadie me malinterprete, no pretendo hacer apología de la soltería como única forma de vida, pues como cualquier otra, está repleta de momentos maravillosos y de otros de inestabilidad. Para comprobarlo, mientras escribía este artículo, mandé un mensaje a mi grupo de amigas preguntándoles lo que más valoraban de estar solteras. Una me respondió que no había dormido porque estaba pensando en “descongelar” sus óvulos y otra que llevaba una hora llorando parque se sentía sola, a lo que una tercera añadió: “¿te sientes sola de verdad o estás condicionada a sentirte así por estar soltera?”. Ninguna respondimos.


A los cuarenta, muchas mujeres estamos en una etapa marcada por los matrimonios, la maternidad y la familia. Yo no tengo nada de eso, pero no me siento ninguna víctima, he aprendido a valorar las épocas que estoy soltera como un regalo. Estando sola tengo más tiempo para mí y para hacer lo que me gusta, me esfuerzo más en mi físico y mi salud, me veo mejor y me pasan más cosas porque hago más planes y estoy más abierta a que me ocurran, por tanto, tengo más anécdotas que contar, por tanto, soy una persona más interesante que cuando estoy en pareja.


Estos primeros meses del año, me he dedicado a ponerme al día con amigas, estar con familiares a los que no veo lo suficiente, leer, hacer deporte y salir de fiesta. La mayoría de estas cosas no las hacía tanto cuando estaba con alguien. Entonces, me obsesionaba la idea de complacer a la otra persona y me olvidaba de complacerme a mí, lo que obviamente terminaba afectando a la relación. Mucha gente afirma que cuando encuentras a la persona indicada todo es más fácil, pero honestamente nunca he visto una relación así. Ya suele ser complicado sobrevivir como para pensar en la supervivencia de otra persona – y mucho menos en su felicidad– .


Tal vez todas seríamos más felices en ese chat si aceptásemos que estar solteras, al igual que estar en pareja o ser novia, madre o viuda, no tiene por qué determinar e impregnar todos los aspectos de nuestra vida, nuestro tiempo o nuestra identidad. Quizá lo único que todas buscamos es simplemente divertirnos un poco.


Escuchando: Unavailable – Niños bravos

bottom of page